NOVEDADES LITERARIAS: Diciembre 2016 – Enero 2017, por Marina Gómez Patricio


A estas alturas del mes de enero de siempre nos apetece echar una miradita hacia atrás para ver qué tal ha ido el año anterior en cuanto a las novedades literarias y el panorama, a pesar de la escasa atención que suscitan los libros entre la mayoría de quienes poblamos esta península, no ha estado nada mal y se han editado títulos bastante interesantes. Pero veamos cuales han sido los títulos más representativos del año 2016. 

En lo que se refiere a ficción, los seis primeros puestos están ocupados por unos autores bastante conocidos: Dolores Redondo, con su nueva novela Todo esto te daré; Almudena Grandes, con Los besos del pan; Fernando Aramburu, Patria; Historia de un canalla, de Julia Navarro; Joël Dicker, con El libro de los Baltimore, y el primer lugar es para Paula Hawkins, con La chica del tren. Títulos muy famosos incluso entre quienes no son aficionados a la lectura y, curiosamente, entre ellos cuatro son de nacionalidad española. 

Los títulos más vendidos de poesía han sido: Con tal de verte volar, de Miguel Gane; Hambriento, de Nach; Casi sin querer, de Defreds, La Rosa de los Vientos, de Juan Ramón Torregrosa, y Amor y Asco, de @stabebi. Y por último, en lo referente a ensayo, tenemos a Clarissa PInkola, con Mujeres que corren con los lobos; a José Luis Pardo, con Estudios del malestar; a Massimo Recalcati, con La hora de clase; a Lars Mytting, con El libro de la madera, y a Robert T. Kiyosaki, quien nos entregó su Padre rico, padre pobre. 

Bien, ahora sólo nos queda ir conociendo las novedades que nos depara este recién estrenado año 2017. Felices lecturas. 

EDUARDO MENDOZA. PREMIO CERVANTES 2016
 

Eduardo Mendoza (Barcelona, 1943), el último premio Cervantes, ha vivido los últimos 50 años con la sensación de que las esperanzas puestas en él tras su primera novela “iban a quedar frustradas”. Así lo reconoció ayer en Londres, con el humor y la humildad que ha cultivado durante tanto tiempo, horas después de conocer que había sido distinguido con el galardón más importante de las letras hispanas. Un reconocimiento que, asegura, recibe “a modo de conclusión”. “Hoy, con este premio, puedo decir que las cosas han salido bien. No es que no vaya a hacer nada más, pero considero esto como un final de trayecto. Un final de trayecto feliz”, explica. 

Mendoza vive a caballo entre Londres y Barcelona. Ayer se encontraba paseando por la capital británica —“hace años compré un apartamento y siempre que puedo vengo con la intención frustrada de estar tranquilo”— cuando recibió la noticia. Una llamada desde un número oculto que resultó ser del ministro de Educación, Cultura y Deportes, Íñigo Méndez de Vigo. “Lo primero que he pensado es: ¡madre mía, qué apuro, y no está Carmen Balcells!”, señala, recordando a su añorada amiga y agente, fallecida hace poco más de un año. Entre llamadas y la organización del encuentro con periodistas en la nueva sede londinense del Instituto Cervantes, Mendoza no tuvo mucho tiempo para pensar. Pero reconoce que una ocasión así le lleva a uno a “hacer balance”. 

Recordó, por ejemplo, aquellos primeros años que pasó en el swinging London de finales de los sesenta, en los que siendo un veinteañero quedó “atrapado de por vida en el feo vicio de la anglofilia”. En aquel Londres, al que Mendoza llegó de estudiante, descubrió que quería ser escritor. Y el filólogo Carlos Clavería, entonces al frente del Instituto de España, maestro con el que el joven Mendoza paseaba por Easton Square, le desanimó. “Me veía lleno de entusiasmo”, rememora. “Me dijo que tenía un camino muy largo por delante y me veía muy acelerado”. 

El jurado del premio, que precisó cuatro votaciones para dar con el ganador por la cantidad y calidad de los candidatos, destacó “la estela de la tradición cervantina” en Mendoza y el autor, como no podía ser de otra forma, reconoce la deuda. “Cervantes ha tenido una enorme influencia en mí como escritor y como persona”, asegura. “Cuando leí el Quijote, en el Preuniversitario, me quedé inmediatamente abducido. Me di cuenta de que se puede escribir literatura sin perder la sonrisa, estando a gusto con las personas. Todos queríamos ser malditos, pero entonces comprendí que el escritor no tiene por qué ser alguien maldito o marginal. Lo que caracteriza a Cervantes es la sencillez, la elegancia y el buen rollo. Y si yo tuviera que elegir un lema, bien podría ser ese”. 

El Cervantes a Eduardo Mendoza es un reconocimiento al humor en la literatura. “Hasta hace relativamente poco el humor ha estado mal valorado”, defiende el autor. “Siempre se ha pensado que para ser bueno tenía que ser dramático. Era inútil recordar que grandes obras como el Quijote, el Lazarillo y otras de Quevedo, Moratín y Dickens han sido escritura básicamente de humor. Pesaba mucho la tradición de la novela del siglo XIX, pero ahora se empieza a ver una revisión de esos criterios”. 

Un poco desubicado en el mundo que le toca vivir, como algunos de sus célebres personajes, Mendoza dice vivir felizmente al margen de las redes sociales. Fueron los periodistas quienes le comunicaron que había llegado a ser trending topic en España, con la particularidad de que apenas suscitó críticas entre los internautas. 

La nueva novela de Haruki Murakami se publicará en febrero y en dos volúmenes
 

Haruki Murakami pertenece a esa rara especie de escritor que es noticia ante cualquier mínimo movimiento que hagan. Así que nos podemos imaginar lo que ocurre cuando una nueva novela del autor japonés está en ciernes. Tan en ciernes, como que ya sabemos que será el próximo 24 de febrero cuando salga a la venta su nueva obra en el país del sol naciente. 

Llevará por título Kishi Dancho Koroshi, algo así como Matar al comendador, aunque nada se sabe aún de cuál será su nombre definitivo en la versión española. Otro punto a tener en cuenta es que se publicará en dos volúmenes, que ya sabemos que al amigo Haruki se le va últimamente de las manos su obra, como ya pudimos comprobar con 1Q84... 

Recordemos que su última novela publicada fue Los años de peregrinación del chico sin color, allá por el año 2013 (cómo pasa el tiempo...). Eso sí, en 2015 tuvimos ración de Murakami en forma de libro de relatos con Hombres sin mujeres, que me sirvió para conocer el mundo del autor japonés y que me sorprendió muy gratamente. 

Poco más se sabe de 'Kishi Dancho Koroshi', pues el eterno candidato al Nobel no ha querido desvelar qué nos encontraremos en sus páginas. La única pincelada que nos ha dejado sobre su contenido fue en un acto que se celebró en Dinamarca, donde reconoció que se trataba de una historia rara. No nos queda otra pues que esperar, y por estos lares ni siquiera sabemos aún cuál será la duración de dicha espera. Eso sí, lo único seguro es que se volverá a vender como churros. 

NARRATIVA 

El asesinato de Sócrates, 
de Marcos Chicot 
(Finalista Premio Planeta 2016) 

Grecia, siglo V a.C. 
Un oscuro oráculo vaticina la muerte de Sócrates. 
Un recién nacido es condenado a morir por su propio padre. 
Una guerra encarnizada entre Atenas y Esparta desangra Grecia. 
El asesinato de Sócrates recrea magistralmente la época más extraordinaria de nuestra historia. Madres que luchan por sus hijos, amores imposibles y soldados tratando de sobrevivir se entrelazan de un modo fascinante con los gobernantes, artistas y pensadores que convirtieron Grecia en la cuna de nuestra civilización. A lo largo de las páginas de esta absorbente novela, brilla con luz propia la figura inigualable de Sócrates, el hombre cuya vida y muerte nos inspiran desde hace siglos, el filósofo que marca un antes y un después en la historia de la humanidad. 


Marcos Chicot (Madrid, 1971). Es licenciado en Psicología Clínica, Psicología Laboral y Económicas. Está casado y tiene dos hijos: Lucía (2009) y Daniel (2012). 

Tiene en su haber tres novelas publicadas: El asesinato de Pitágoras, La Hermandad y Diario de Gordon. A lo largo de su carrera literaria ha ganado el Premio de Novela Francisco Umbral, el Premio Rotary Internacional de Novela, y con El asesinato de Pitágoras ha obtenido el Premio per la Cultura Mediterránea 2015 a la mejor novela publicada en Italia. Por este mismo título, la ciudad de Crotona le ha otorgado la distinción Encomio Solenne, y en formato digital ha sido la novela en español más vendida del mundo en el periodo 2013-2016. 

Pertenece a la organización Mensa, y dona el 10% de lo que obtiene con sus novelas a organizaciones de ayuda a personas con discapacidad. 

La habitación de Nona, 
de Cristina Fernández Cubas 
(Premio Nacional de Narrativa 2016) 

Una niña siente una envidia creciente hacia su hermana Nona a quien todo lo que le ocurre es “especial” y, lo que es peor, le ocurre a escondidas. Una mujer al borde del desahucio confía en una benévola y solitaria anciana que le invita a tomar café. Un grupo escolar comenta un cuadro, y de repente alguien ve en él algo inquietante que perturba la serenidad del momento. La narradora se aloja en un hotel madrileño y al salir vive un salto en el tiempo… Cristina Fernández Cubas revisita la infancia y la madurez, la soledad y la familia, la cotidianidad de nuestras casas y nuestras ciudades y nos descubre que en todos ellos tal vez aniden inadvertidos el misterio, la sorpresa y el escalofrío. 


Cristina Fernández Cubas (Arenys de Mar, 1945) ha publicado seis libros de relatos –Mi hermana Elba, Los altillos de Brumal, El ángulo del horror, Con Agatha en Estambul, Parientes pobres del diablo y La habitación de Nona (Premio Nacional de Narrativa 2016 y Premio de la Crítica 2015), dos novelas –El año de Gracia y El columpio–, una obra de teatro –Hermanas de sangre– y un originalísimo libro de memorias narradas, Cosas que ya no existen. Su obra está traducida a diez idiomas. Bajo el seudónimo de Fernanda Kubbs publicó La puerta entreabierta. 

Homenaje a Borges, de María Kodama
 

Se cumplen treinta años de la muerte de Jorge Luis Borges y María Kodama, quien compartió con él gran parte de su vida y dedicó estos últimos treinta años a su memoria, publica este tomo homenaje en el que compila conferencias dadas alrededor de todo el globo sobre el escritor argentino. 

Kodama conoció a Borges cuando tenía dieciséis años, y ambos fundaron una relación estrecha en torno a su gran pasión: la literatura. Compartiendo traducciones, lecturas y discusiones construyeron un amor que todavía pervive años después de la muerte de Jorge Luis. 

Este volumen recoge ese pulso para mantener viva la llama del universo borgiano que María ha sostenido incansablemente, explicando en cada rincón del planeta las riquezas y sutilezas del tiempo, los laberintos y las simbologías de los textos de Borges. Se trata de una pieza indispensable para comprender el legado de uno de los hombres de letras más importantes de la historia de la cultura en español. 

LEONARD COHEN 

Cohen entró en la poesía a través de Federico y fue por él que empezó a escribir libros. Aquel chico judío de la zona anglófona de Montreal que, callado y solitario, comenzó a juntar versos hasta que en 1956 publicó su primer libro, 'Let us compare mythologies'. Luego llegarían más, como 'Flowers for Hitler' (1964), y hasta una novela, 'Beautiful losers' (1966). 

Un recorrido literario que anticipó su tardía entrada en la música, con 33 años, a través de 'Songs of Leonard Cohen' (1967). Ahí estaban 'So long, Marianne', 'Suzanne', 'Sisters of Mercy' y su voz que empezaba a apagarse apenas inaugurada. También su guitarra de cuerdas de nylon y las cuatro únicas lecciones que recibió de aquel instrumento por parte de un joven guitarrista flamenco español que se suicidó antes de impartir la quinta. 

Luego llegaron 'Songs from a room' (1969, con 'Bird on wire'), 'New skin for the old ceremony' (1974, con 'Chelsea Hotel # 2') y un lento deambular por la música, sin prisa, hasta su segunda juventud en los 80, con su voz subterránea y fascinado por el sonido de teclados y sintetizadores, con 'Various positions' (1984, en la que aparecía 'Dance me to the end of love' y, sobre todo, la monumental 'Hallelujah') y 'I'm your man' (1988, con 'First we take Manhattan', 'Everybody knows' y su versión del 'Pequeño vals vienés' de Lorca). Tras 'The future' (1992) abandonó el mundanal ruido y se retiró a un monasterio zen. Cinco años más tarde salió de él para descubrir que su ex manager y antigua amante le había sustraído más de un millón y medio de dólares. Una bofetada de realidad que, paradójicamente, impulsó un nuevo periodo de creatividad floreciente, obligado por el agujero económico. Primero fue su reencuentro con los escenarios, en una larguísima gira entre 2008 y 2013 que en España recaló por primera vez en León y que dejó momentos únicos, como su actuación en el FIB o su paso por el Palacio de los Deportes de Madrid. La gran mayoría de las fotos que adornarán su obituario corresponden a esta época, en la que comparecía de traje y sombrero, dando zancadas coreográficas y estirando las actuaciones hasta las tres horas. También es de esta época el Premio Príncipe de Asturias de las Letras, que recibió (también de traje y sombrero) en 2011. La creatividad se tradujo igualmente en una trilogía final de discos que hacen palidecer a muchos álbumes de músicos 50 años más jóvenes y que conforman 'Old ideas' (2012), 'Popular problems' (2014) y 'You want it darker' (2016). Cohen presentó este último disco un día después de la concesión del Premio Nobel de Literatura a Bob Dylan. Y aunque había dicho en su última entrevista, con la revista 'New Yorker', que estaba "listo para morir" (en aquella rueda de prensa quiso quitarle hierro al asunto, o no, y aseguró que quería "vivir para siempre"), el premio a su colega cambió el foco de atención del fatalismo a lo justo o no del reconocimiento a Dylan. "Es como ponerle una medalla al Everest", aseguró con su enigmático tono habitual. Y aunque el autor de 'Blowin' in the wind' ha sido quien más ha hecho por llevar al terreno adulto las letras de la música popular en el siglo XX, son muchos los que piensan que Cohen es el que más valor poético ha conseguido darle a las canciones. En apenas dos versos de 'Anthem' está todo, el mundo, la vida: "Hay una grieta en todo, / así es como entra la luz dentro". 


Sol robado, 
de M.O. Walsh 

En un barrio familiar de Baton Rouge, el verano de 1989 transcurre apacible a pesar del insoportable bochorno. Las clases han terminado y el narrador, un adolescente de catorce años, pasa las vacaciones pensando en Lindy Simpson, la joven vecina por la que se siente atraído desde niño; pensando en ella y… espiándola. Hasta el terrible atardecer en que Lindy es víctima de una brutal agresión. Nadie logra identificar a su violador, y la policía jamás encontrará al culpable. Veinte años después de ese suceso que cambió para siempre la vida de nuestros protagonistas, y también la del barrio, el narrador «revisita» aquellos cruciales días del pasado para tratar de entender lo sucedido. 


El carbonero, 
de Carlos Soto Femenía 

El carbonero comienza con el asesinato de la madre de Marc, un joven de trece años e hijo de un carbonero de las inmediaciones de la localidad de Caimari, en la isla de Mallorca. Un suceso en torno al cual gira toda la historia, presentando a un padre y un hijo unidos por la soledad de los encinares y la quema de la sitja, un depósito rústico en el que el padre de Marc fabrica carbón. El buhonero, un hombre siempre ligado a las deudas, es uno de sus vecinos, mientras sus dos hijos, Arnau y Aina, se convierten en los compañeros de Marc a lo largo de los siete años que transcurren hasta que el protagonista, quien sigue arrastrando las ansias de venganza, se propone hacer justicia y encontrar a los asesinos de su madre. Las respuestas no tardarán en llegar desde su propio entorno, iniciando una travesía marcada por la ira y la violencia. 

El carbonero es un drama rural que, ante todo, está genialmente documentado. De hecho, al final del libro el propio autor repasa la bibliografía que le permitió ubicarse en ese marco geográfico tan desconocido para la literatura de nuestro país y convertido por el autor en un microcosmos crudo y salvaje donde viven inmersos todos esos personajes marcados por sus miedos y demonios. A su vez, la obra destaca por una prosa majestuosa, casi poética, con la que Soto Femenía nos acerca al silencio de los encinares, la suciedad del carbón o los suspiros de pasión entre sus personajes, pues la novela también incluye un triángulo amoroso de lo más peculiar. 

Un buen hacer que permite a su vez disfrutar de una historia sencilla pero efectiva, la cual consta de dieciocho capítulos pero que podría perfectamente dividirse en tres bloques en los que asistimos al principal motivo de la obra: el ansia de venganza de Marc, su protagonista. 

Carlos Soto Femenía (Palma de Mallorca, 1966) pasó su infancia y adolescencia en Madrid, donde desarrolló una pasión por la literatura como forma de expresión que le llevaría a estudiar Filosofía. Poco después, fascinado por las nuevas tecnologías, iniciaría la carrera de Informática en Mallorca, lugar al que su familia regresaría años después. A partir de entonces Femenía se instaló en Palma de Mallorca, donde comenzó a trabajar como informático, pero sin olvidarse de la escritura con relatos galardonados en diversos certámenes literarios, entre ellos el Silverio Lanza de Getafe, y de novelas como La unción (premio Alfonso VIII) o Enemigo innúmero (Playa de Ákaba, 2004). 

Años después, en uno de esos momentos de “vagueo” por Internet, como bien decía recientemente en una entrevista, Soto Femenía se topó con un artículo que hablaba de un carbonero que hasta hace treinta años seguía ejerciendo su profesión en un mundo en el que el boom tecnológico parece habernos hecho olvidar la presencia de esos trabajos más sencillos, de los hombres que aún viven ligados a la tierra y sus inclemencias. 

Esta reflexión daría inicio a la creación de El carbonero, novela publicada por la editorial Destino el pasado mes de septiembre y catalogada ya por algunas voces, entre ellas la del mismo Lorenzo Silva, como “una delicatessen poco frecuente”. 

POESIA 

Mi chica revolucionaria, 
de Diego Ojeda 

Amar es transformarse, transformar al otro y con ello al mundo que nos rodea. El amor es una forma de resistencia, un modo de plantar cara a las injusticias, es luchar por un mundo distinto, mejor. Y, en Mi chica revolucionaria, Diego Ojeda lucha contra todo porque está enamorado desde los dedos meñiques de los pies hasta el revés del alma. Diego Ojeda es sentimiento desbordante, es afecto desatado. Y precisamente es ese desajuste entre la utopía del amor que vive en él y la realidad de este país sumido en crisis y expoliado por sus propios gobernantes, abonado a corruptelas, ese desfase entre su cariño sin barreras y esta desdemocracia, esta bancacracia en la que vivimos, lo que da lugar al tono irónico e incendiario de algunos de los versos de este poemario. 

Diego Ojeda (1985), músico y poeta canario, con seis discos y cuatro libros publicados, entre ellos Mi chica revolucionaria (editorial Alsari) que es uno de los más vendidos en España. Ojeda aprovechará su presencia para anticipar su nuevo libro que aparecerá la siguiente semana de la mano del nuevo sello de poesía de la editorial Espasa. 






La soledad de un cuerpo acostumbrado a la herida, 
de Elvira Sastre 

A la vez clásica y contemporánea, romántica y analítica, suave y rebelde, diáfana y misteriosa, Elvira Sastre (Segovia, 1992) es la poeta que desde hace mucho tiempo estaba pidiendo a gritos la literatura española. La emoción parecida a una descarga eléctrica que transmiten sus versos; el modo en que son capaces de expresar la lucha entre cuatro paredes del amor y el deseo de independencia o su puntería increíble para el aforismo cegador y la parábola aleccionadora, son nada más que algunos de los ases en la manga que guarda esta obra, que también puede usarse como espejo e isla, dos palabras que no son por casualidad las que más se repiten en sus páginas: si quieres saber quién eres, abre este libro; y si quieres olvidarlo, también. 

Elvira Sastre nace en Segovia el verano de 1992 y ya desde muy pequeña, gracias a la influencia de su padre, muestra su amor por la lectura. A los doce años escribe su primer poema y tres años más tarde abre un blog, «Relocos y Recuerdos», que a día de hoy mantiene activo. Poco tiempo después, gana el premio de poesía “Emiliano Barral” con el relato corto Saudade. 

Unos años más tarde, se instala en Madrid para cursar el grado universitario de Estudios Ingleses, sin saber que ese cambio lanzaría su carrera poética al cielo de la capital. En Madrid, Elvira continúa escribiendo y comienza a participar en eventos poéticos acompañada de cantautores consagrados como Adriana Moragues, Diego Ojeda y Dani Hare e importantes poetas como Carlos Salem y Escandar Algeet. Del mismo modo, Elvira ha llegado a compartir escenario con artistas nacionales e internacionales de la talla de Joaquín Sabina, Benjamín Prado, Jorge Drexler, Rubén Pozo y Leonor Watling. 

En el presente, Elvira Sastre compagina su carrera poética con la escritura y la traducción. Tras una gira exitosa por Estados Unidos y México, donde se ha lanzado «Bastion», la traducción al inglés de «Baluarte» hecha por Gordon E. McNeer, la poeta acaba de publicar su cuarto poemario, «La soledad de un cuerpo acostumbrado a la herida» (ed. Visor), con la prestigiosa editorial de poesía Visor. A los dos días de publicarse, ya estaba en marcha la segunda edición. 

Elvira Sastre continúa presentando sus obras por España y por América Latina mientras trabaja en la traducción de una novela juvenil, de un poemario y prepara su primera novela con la editorial Seix Barral. 

BIOGRAFIAS 

Instrumental, 
de James Rhodes 

James Rhodes es uno de los más eminentes concertistas de piano de la actualidad y un gran renovador de la música clásica. Ha protagonizado documentales para la BBC y Channel 4, escribe en The Guardian y ofrece recitales en todo el mundo. «Instrumental» son sus memorias, que vieron la luz en Reino Unido después de que el Tribunal Supremo levantara el veto que pesaba sobre la obra. Todo un tributo apasionado al poder terapéutico de la música y que aborda cuestiones fascinantes sobre cómo funciona la música clásica y sobre cómo y por qué puede cambiar nuestras vidas. 


Albert Camus, periodista, 
de María Santos-Sainz 

Prólogo de Edwy Plenel. El objetivo de este libro es recuperar al Camus periodista. Al periodista comprometido, de investigación, modelo a seguir en la profesión y maestro de periodistas junto a Kapuscinsky, Chaves Nogales y Oteyza. El libro repasa su trayectoria desde la época de reportero en Argel hasta su labor como editorialista en París. Partiendo de su serie de reportajes sobre la miseria en Cabilia y llegando a los punzantes editoriales en favor de la democracia y la paz en Alger Républicain y Soir Republicain (entre 1938 y 1940), y en Combat, durante la Guerra Mundial y primeros años de la posguerra. Probablemente su faceta como escritor, ensayista, novelista y dramaturgo sea la más conocida en España, donde todas sus obras han sido traducidas. Pero su labor como periodista apenas había despertado aquí el interés editorial que merece. Ningún libro hasta ahora recoge y analiza su producción periodística donde se fraguó su pluma y donde aparecen ya su compromiso moral y su lucidez. Por ello esta obra le recupera como modelo de periodista, desde que trabajara como joven reportero, a veces al estilo gonzo, hasta su trayectoria como editorialista donde vertió reflexiones sobre lo que debe ser el periodismo cuya actualidad es indiscutible. Una de las novedades del libro radica en el análisis del conjunto de esos editoriales consagrados a la prensa y publicados en Combat, entre agosto 1944 y junio 1947. Corresponden a un corpus de una treintena, a los que se añade un artículo inédito, por haber sido censurado en Le Soir Républicain el 25 de noviembre de 1939. Albert Camus ejerció la profesión de periodista con pasión, en periodos breves pero de una gran intensidad. Con sus escritos aportó claridad y esperanza en en difíciles circunstancias, primero en Argel y posteriormente durante la ocupación nazi en plena segunda guerra mundial. Como en el caso de otros escritores periodistas del siglo XIX y XX en Francia, Camus ha sido modelado por la prensa, encontrándose en ella la génesis y el fundamento de su obra. Camus fue, como Zola, periodista profesional a tiempo completo, siendo el periodismo su principal fuente de ingresos. 

María Santos-Sainz, doctora en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid, es profesora titular de Periodismo en el Institut de Journalisme Bordeaux Aquitaine de la Universidad Bordeaux Montaigne de Burdeos, cuya dirección ha desempeñado desde 2006 a 2012. Es autora de los libros: L’élite journalistique et son pouvoir (Editions Apogée, 2006), El poder de la élite periodística (Fragua, 2003) y Españoles en Burdeos y en Aquitania (SudOuest, 2006). Antes de dedicarse a la docencia fue redactora en la sección de Cultura y en los suplementos “Culturas” y “Libros” del periódico Diario 16, y redactora jefe de la revista Españoles en el Mundo. Además ha colaborado en diversas publicaciones en Francia y en España como Cambio 16, Fígaro Magazine, Sud-Ouest, etc. Ha sido presidenta de CEJER (Investigadores en Periodismo de las Escuelas de Periodismo reconocidas por la profesión) de 2009 a 2015. 



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