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Mostrando entradas de octubre, 2020

CONVERSACIONES CON MI GATO: Mientras el mundo se mueve…, por David de Molay.

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  Cualquier tarde de octubre He visto morir la tarde como mueren las reinas, altivas y en silencio, le acompañaban en su duelo dos gaviotas blancas, mensajeras del mar adentro, volando sobre las olas del cielo, y sobre el horizonte, sereno, el ocaso vestido de otoño. Mientras moría la tarde, mi pena doblaba la adversa esquina de tu recuerdo, entre tanto, mis deseos iniciaban solos el camino hacia la esperanza de un nuevo día. Salí, a contemplar la tarde y ya no estaba, me dicen que se fue porque le convenció el día, se fue, y no me dijo si iba a volver; yo no la espero, pues es como todas las tardes de mis días… vienen y se van; como cualquier tarde de octubre. El correr del tiempo Qué lejano quedó el último de tus besos, las últimas caricias y miradas, apenas hace unos segundos y todo lejano ya es; cómo corre la vida, qué veloz el tiempo, hace un instante era ahora, y ahora ya se fue, ya no hay ayer, ni siquiera mañana, ninguno existe, ayer porque se fue y mañana está por

AÚN LA IMAGINO CON INTENSO ALBOROZO: Soñé que en la noche creaba caminos, por Ancrugon.

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  Soñé que en la noche creaba caminos. Soñé al universo abrirse en un rincón de luz. Al abrir el libro de los versos perdidos me encontré con su mirada… desde entonces vivo hechizado por una quimera.   No hay peor veneno que el producido por tu ausencia. Belleza… palabra alada, roce de seda que el viento desgrana transformándola en esencia… Palabra que persigue el sonido peregrino que la nombra, la reclama, la desvanece entre húmeda hierba, entre átomos infinitos más allá de la nada. Palabra desgastada, acabada, sucumbida, denostada, concubina del deseo en juego eterno de poseer el aire… prisionera de su sombra, de su fama, de su gloria, esclava del concepto sin dejar jamás de ser palabra…   Con cada atardecer muere un recuerdo… no hay suficientes días para olvidarte.   Me estoy convirtiendo en una vieja fortaleza… en mí ya habitan más fantasmas del pasado que caricias del presente…   Por mucho que me esfuerce en