CENTENARIOS: José Luis Sampedro, el economista solidario cumple cien años, por Ancrugon


La economía debe ser más humana, más solidaria y capaz de contribuir a desarrollar la dignidad de los pueblos.
José Luis Sampedro 

El 1 de febrero de 1917 nacía en Barcelona una de las personas más comprometidas con los problemas sociales surgidos de esta última crisis, la cual, como todas las acaecidas a lo largo de la historia de la humanidad, también ha sido inducida por los buitres de la especulación que se alimentan de la desgracia de los menos poderosos, que, curiosamente, son los más. “Si el sistema está en crisis hay que hacer otro sistema, pero hay que hacerlo al mismo tiempo que se deshace este.” Afirmaba José Luis Sampedro aún a riesgo de ser acusado de “antisistema”, ese adjetivo acuñado por quienes se niegan a aceptar cualquier cambio que pueda mermar sus beneficios, pero la voz de este humanista crítico con la decadencia moral y social de Occidente, con la brutalidad del neoliberalismo y de un capitalismo salvaje que solo busca el beneficio caiga quien caiga, no es fácil de hacer callar ni después de muerto.

Vino Sampedro al mundo en el seno de una familia de procedencia cosmopolita, pues si su padre era cubano de nacimiento, su abuelo era filipino, su madre argelina y una de sus abuelas natural de Lugano, Suiza… Quizá esta circunstancia le dio ese carácter abierto y tolerante que suele ser incomprendido por quienes echan raíces inamovibles y sólo conocen el mundo que llega justo hasta el horizonte que les rodea. Con cinco años de edad, su familia se trasladó a Marruecos, exactamente a Tánger, y allí permaneció hasta que la adolescencia llamó a la puerta de sus sentidos, y allí, también, nacieron sus hermanos Carlos y Carmen. 

A los diecinueve años fue movilizado por el ejército republicano, pues España comenzaba uno de sus periodos históricos más tristes y sangrientos en su existencia como país, la Guerra Civil, comenzándola en un batallón anarquista, sin embargo, no tardaría en cambiarse de bando, recorriendo un periplo guerrero que le llevó desde Melilla hasta Cataluña, y desde allí a Guadalajara, acabando la contienda en Huete (Cuenca), mientras llenaba sus momentos de angustia, miedo y soledad escribiendo poemas.

Acabada la guerra obtuvo una plaza de funcionario de aduanas en Melilla, donde escribió su primera novela, La estatua de Adolfo Espejo, la cual no sería publicada hasta 1994. Pidió traslado a Madrid, en cuya Universidad se gradúa en Ciencias económicas. En 1946 contrajo matrimonio con Isabel Pellicer, con quien tendría a su hija Isabel al año siguiente. Poco tiempo después fue nombrado asesor del Ministro de Comercio y escribió sus dos primeros ensayos: Principios prácticos de localización industrial y Efectos de la unidad económica europea.

A los treinta y ocho años fue nombrado Catedrático de Estructura Económica, trabajo que compaginaba con el de economista en el Banco Exterior, pero cuando Tierno Galván y Aranguren fueron expulsados de la Universidad, él se fue con ellos y, junto con otros profesores, crearon el Centro de Estudios e Investigaciones, que tan solo duraría tres años, los que tardó el gobierno franquista en cerrarlo. 

Comenzaron a llegarle propuestas desde el extranjero y no dudó irse a Estado Unidos, concretamente a la universidad Bryn Mawr College, y posteriormente, a las inglesas de Liverpool y Salford, regresando a España en 1971, impartiendo clases en la Universidad Autónoma de Barcelona, la Escuela Diplomática y el Instituto de Estudios Fiscales, siendo llamado como asesor por el Ministerio de Hacienda. 

En 1980 nació una de las personas que más le llenarían en su vida, su nieto Miguel, quien le inspiró su novela más reconocida, La sonrisa etrusca, y a partir de ese momento comenzó a dedicarse plenamente a la literatura publicando en poco tiempo La vieja sirena y Octubre, octubre, su novela más extensa y la que más tiempo le llevó escribir, por lo que la llamó “mi testamento vital”, que apareció en 1981. Pocos años después muere su esposa. Comenzó a escribir en la revista Uno, obtuvo un sillón en la Real Academia de la Lengua Española y en el 2000 apareció su novela El amante lesbiano, un gran éxito de ventas.

El Principado de Andorra le concedió su distinción más importante, la Medalla de la Orden de Carlomagno, en el 2008. Y al año siguiente fue investido Doctor Honoris Causa por la Universidad de Sevilla. Pero no acababan ahí los reconocimientos, pues en junio del 2010 recibió el XXIV Premio Internacional Menéndez Pelayo y en octubre el Consejo de Ministros le otorgó la Orden de las Artes y las Letras de España: “Por su sobresaliente trayectoria literaria y por su pensamiento comprometido con los problemas de su tiempo”.


Volvió a casarse hacia finales del siglo con la poeta Olga Lucas Torre y, cuando la voz indignada del pueblo llenó calles y plazas de las ciudades de España en mayo de 2011, Sampedro se puso al frente de ellas con su voz y su lucidez y con el prólogo al libro de Stéphane Hessel, ¡Indignaos!, donde ya veía llegar que de aquellos polvos llegarían los barros que ahora todo lo ensucian. En ocasión de estos sucesos dijo: “Lamento que los ideales de nuestro tiempo hayan quedado reducidos al éxito económico, algo que ha degradado las ilusiones, la dedicación, la gran aventura, la vida interior, en muchos casos el componente misterioso, al que uno pude aproximarse, sin tener la seguridad de encontrar respuestas”.

José Luis Sampedro Sáez murió el 8 de abril de 2013, a los 96 años de edad, pero su obra y sus palabras durarán todavía muchos, muchos siglos, pues como él mismo dijo: “La muerte no es lo contrario de la vida: la muerte es la compañera de la vida. El día que nacemos empezamos a morir y hay que saber disfrutarlo”.

Frases de Sampedro



- Una vela, un quinqué dan luz, iluminan, permiten ver; en cambio, unos focos deslumbran, ciegan, dificultan la visión. El maestro está para ayudar a ver, no para cegar a sus discípulos. 

- No podemos ser tan reduccionistas como para tomar partido entre el buen salvaje o el científico. 

- Cualquier fe es una forma de ceguera. Cuando decimos: “La fe es creer lo que no vemos”, en ese mismo instante la fe nos impide ver lo que vemos. 

- La vida es un arder y el que no arde no vive. 

- El niño siempre anda buscando. Entonces, si no se siente buscando, por fuerza pensará que el mundo falla y le rechaza. 

- La vida es una navegación difícil sin una buena brújula. 

- El tiempo no es oro; el tiempo es vida. 

- Uno escribe a base de ser un minero de sí mismo. 

- El sistema ha organizado un casino para que ganen siempre los mismos. 

- Europa es como un jefe que nunca se pone al teléfono. 

- El mercado es incompatible con sus propias reglas. 

- ¿La gente está loca? No, la gente está manipulada. 

- Somos naturaleza. Poner el dinero como bien supremo nos conduce a la catástrofe. 

- La libertad es como una cometa. Vuela porque está atada. 

- El tiempo es invencible porque él mismo se destruye a cada instante. 

- Siempre se puede, cuando se quiere. 

- Deberíamos vivir tantas veces como los árboles, que pasado un año malo echan nuevas hojas y vuelven a empezar. 

- Lo que más me ha impresionado de este siglo XX que finaliza es la estupidez y brutalidad humanas. 

- Hay dos tipos de economistas: los que trabajan para hacer más ricos a los ricos y los que trabajan para hacer menos pobres a los pobres. 

- Desde la infancia nos enseñan; primero a creer lo que nos dicen las autoridades, los curas, los padres… Y luego a razonar lo que hemos creído. La libertad de pensamiento es al revés, lo primero es razonar y luego creeremos lo que nos ha parecido bien de lo que razonemos. 

- El problema más grave actualmente es el de la educación. Con sus recortes e insensibilidad se priva a los niños menos favorecidos de oportunidades, de horas de estudio, de clases, de aulas y profesores de apoyo. Se está castrando la inteligencia de esos chicos cerrándoles las puertas para el futuro mientras se favorece la enseñanza religiosa con dinero laico. 

- Es asombroso que la Humanidad todavía no sepa vivir en paz, que palabras como “competitividad” sean las que mandan frente a palabras como “convivencia”. 

- Nos educan para ser productores y consumidores, no para ser hombres libres. 


Otros artículos nuestros sobre José Luis Sampedro

https://clublecturacastellnovo.wordpress.com/2014/02/25/guia-de-lectura-la-sonrisa-etrusca-de-jose-luis-sampedro/

http://elvolumendeunasombra2011.blogspot.com.es/2013/01/mis-amigos-los-libros-la-sonrisa.html


Listado de sus obras

1939 La estatua de Adolfo Espejo. Novela (editada en 1994)

1947 La sombra de los días. Novela

1952 Congreso en Estocolmo. Novela

1957 Principios prácticos de localización industrial. Ensayo

1959 Realidad económica y análisis estructural. Ensayo

1961 El río que nos lleva. Novela

1967 Las fuerzas económicas de nuestro tiempo. Ensayo

1970 El caballo desnudo. Novela

1973 Conciencia del subdesarrollo. Ensayo

1976 Inflación: una versión completa. Ensayo

1981 Octubre, octubre. Novela

1985 La sonrisa etrusca. Novela

1990 La vieja sirena. Novela

1992 Mar al fondo. Relatos

1993 Real sitio. Novela

1993 Mientras la tierra gira. Relatos

2000 El amante lesbiano. Novela

2002 El mercado y la globalización. Ensayo

2003 Los mongoles en Bagdad. Ensayo

2005 Escribir es vivir. Autobiografía

2006 Sobre política, mercado y convivencia. Ensayo

2006 La senda del drago. Novela

2006 La escritura necesaria. Ensayo

2008 La ciencia y la vida. Ensayo

2009 Economía humanista. Algo más que cifras. Ensayo

2011 Cuarteto para un solista. Novela (en colaboración con Olga Lucas)

2011 Reacciona. Ensayo

2011 El mercado y nosotros. Ensayo

2012 Monte Sinaí. Novela


Un pequeño regalo



Pinchando en la portada del libro podrás leer un fragmento de Mientras la tierra gira

http://www.megustaleer.com/libro/mientras-la-tierra-gira/ES0023881/fragmento/



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