CONVERSACIONES CON MI GATO: Mientras el mundo se mueve…, por David de Molay.
Cualquier tarde de octubre He visto morir la tarde como mueren las reinas, altivas y en silencio, le acompañaban en su duelo dos gaviotas blancas, mensajeras del mar adentro, volando sobre las olas del cielo, y sobre el horizonte, sereno, el ocaso vestido de otoño. Mientras moría la tarde, mi pena doblaba la adversa esquina de tu recuerdo, entre tanto, mis deseos iniciaban solos el camino hacia la esperanza de un nuevo día. Salí, a contemplar la tarde y ya no estaba, me dicen que se fue porque le convenció el día, se fue, y no me dijo si iba a volver; yo no la espero, pues es como todas las tardes de mis días… vienen y se van; como cualquier tarde de octubre. El correr del tiempo Qué lejano quedó el último de tus besos, las últimas caricias y miradas, apenas hace unos segundos y todo lejano ya es; cómo corre la vida, qué veloz el tiempo, hace un instante era ahora, y ahora ya se fue, ya no hay ayer, ni siquiera mañana, ninguno existe, ayer porque se fue y mañana está ...