PÁGINAS RAZONADAS: La sangre de los libros, de Santiago Posteguillo, por Ancrugon
Confiando en que el
autor, Santiago Posteguillo, no se moleste por ello, querría comenzar este
artículo por el final exacto del libro que pretendo comentar, sin que sea causa
de ningún perjuicio al lector, pues no por ello vamos a descubrir nada del
argumento ni hacer lo que últimamente, con nuestro afán de parecer más cultos
utilizando palabras del inglés, se denomina spoiling,
es decir, “destruir, reducir el placer,
interés o belleza de algo”, traducido del English Cambridge Dictionary. Simplemente me ha parecido una buena
forma de presentar esta magnífica colección de artículos. Así pues, veamos cómo
concluye Posteguillo esta obra:
“… Lean los epigramas de Séneca, los
discursos de Cicerón o la genial Eneida de Virgilio. Saboreen los poemas de
Petrarca, Quevedo, Bécquer, Espronceda, Coleridge, Percy Shelley, Pessoa, Emily
Dickinson, Dionisio Ridruejo o tantos otros. Emociónense con las novelas de
Víctor Hugo, Balzac, Charlotte Brontë, Pushkin, Bram Stoker, Vicente Blasco
Ibáñez, Robert Graves, D. H. Lawrence, Emilio Salgari, Agatha Christie, Elias
Canetti o las de tantas otras mentes geniales de la literatura. Cuando tengan
poco tiempo para leer, paseen entonces sus ojos por los relatos cortos de Edgar
Allan Poe, James Joyce o Ángeles Mastretta. Y si ven que en su ciudad
representan una obra de teatro de Lope de Vega, de Calderón de la Barca o de
Shakespeare, no dejen pasar esa oportunidad por nada de mundo. Y, por lo que
más quieran, no se detengan, no dejen de leer ahora simplemente porque se nos
hayan terminado las páginas.”
Sabio
consejo, la verdad, que yo prometo cumplir al pie de la letra.
La sangre de los libros,
publicado el 7 de octubre de 2014, es una colección de treinta artículos, a
medio camino entre la narrativa breve y el ensayo, que tratan, sobre todo, de
la creación literaria y los creadores, pero desarrollando unas relaciones
misteriosas que nos llevan a enlazar sucesos, personajes, obras, saltando el
tiempo y el espacio, descubriendo secretos, algunos tan bien guardados, o simplemente
olvidados, que todavía están por esclarecer. A veces actúa la casualidad, otras
la voluntad, en ocasiones parece que se deben a la intervención de la magia o
el esoterismo y otras, en cambio, son producto del más fecundo ejercicio de la
razón.
Todos
los escritores antes mencionados aparecen en este libro, y con ellos una de sus
obras más representativa, por medio de un relato en el que se descubre alguna
anécdota, alguna confidencia durante años guardada, algún enigma sin disipar, y
aprovechando al mismo tiempo la ocasión para dejar reflexiones sobre nuestra
situación presente. Pero, sobre todo, lo que deja bien patente es la
importancia que tiene la literatura para el ser humano y su historia.
En
la mayor parte de los relatos, comenzamos la lectura de la historia y no
descubrimos de quién se trata el personaje central hasta bien avanzada la
misma, por lo que es un buen ejercicio para el lector jugar a adivinar el autor
o autora con los datos que van apareciendo y así comprobar sus conocimientos
literarios. Los títulos de los artículos ya nos van colocando en situación:
El gran rescate (Cuando Europa del
Sur rescató a Europa del Norte): porque no siempre la
Europa del Norte fue la más rica y mucho menos la más culta...
De una mosca y un mosquito a una obra
maestra de la literatura universal: ¿Cómo estos pequeños
insectos han podido influir en la vida y obra de algún gran autor?
Las tres condenas a muerte:
¿Saben de alguien que haya sido condenado a muerte por tres emperadores distintos?
Los versos perdidos:
Y es que una de las obras más importantes de la literatura universal pudo no
haber sido publicada nunca.
El proyecto secreto y una tumba
perdida: Uno de los proyectos más decisivos para la humanidad
sólo trajo problemas para su creador, incluso después de muerto.
El arresto:
La pluma es una espada en mano de quienes son poseedores de la suficiente
destreza poética.
Una noche de pendencia:
También los grandes escritores y sesudos pensadores tuvieron una juventud casquivana
en la que romper con las reglas.
Un calambur:
No es recomendable apostar contra quien tiene el dominio de la lengua.
Del poder de Ramsés II al ingenio de
Woody Allen: ¿Qué puede unir a estos dos personajes tan
lejanos en el tiempo?
Los poetas del heavy metal:
¿Sabían que los chicos duros del heavy metal leen poesía romántica?
Demolición:
Cuando la literatura salva el patrimonio histórico y cultural de una nación.
Los misterios de Eveline:
Este es un nombre de mujer que en literatura se asocia con el misterio.
Un duelo sangriento sobre la nieve
blanca: Una muerte al más puro gusto romántico que acabó con
el futuro de un escritor que describió muchos duelos similares en sus novelas.
Cartas rotas: Uno
de esos casos en que la soledad y el desamor forja diamantes.
El primer “CSI”:
Un nombre repetido en la agonía y unas circunstancias extrañas no fueron
suficientes para desentrañar su muerte.
Agorafobia: La poesía incomprendida de la soledad.
El eclipse:
Coincidencias, muchas coincidencias, pero gracias a un pintor hoy recitamos
esos poemas.
Tusitala:
Ante la injusticia el buen escritor sabe qué partido tomar.
La biblioteca del conde Drácula:
En ella estaba la clave de todo.
Literatura más allá de la muerte:
Cuando no encuentras respuestas, lo mejor es utilizar tu rabia en escribir una
novela.
El seppuku del león de Transvaal:
El mundo de la literatura también tiene sus grandes injusticias.
La reencarnación Shakespeare:
¿Es posible que el gran poeta inglés volviera varios siglos después o es que no
era tan irrepetible como se piensa?
El arma secreta:
Hay armas muy poderosas que ganan guerras sin matar a nadie.
Un emperador y un poeta:
¿Cómo pudo un emperador romano ayudar a un escritor del siglo XX?
El asesinato de Agatha Christie:
¿Pero Agatha Christie fue asesinada?
Un poeta socialista cara al sol y con
la camisa nueva: Cosas más raras se han visto, todo es
cuestión de perspectiva.
Un premio Nobel de Literatura de
Cuenca: ¿Lo sabían ustedes? Pues es verdad...
Literatura en coma:
La literatura también hace milagros, sobre todo si la que escribe es madre.
La piel de un libro:
No sólo de palabras se vende el libro.
Justicia poética para el viaje
interestelar del VIH: Cuando la ceguera de las macroeconomías
produce víctimas inocentes, puede aparecer un escritor para hacer justicia.
Todo esto nos plantea
Posteguillo en este libro cercano y ameno, con un estilo sencillo, pero
cuidado, ágil, pero instructivo, fácil, pero reflexivo, donde no falta el humor
y los guiños al presente, típico de sus clases en la Universidad Jaume I de
Castellón donde, además de enseñar, fomenta la lectura entre sus alumnos. Una
forma de abrir el apetito por conocer y devorar lo que aquellas mentes
privilegiadas nos cedieron como legado, dejando claro que la historia de la
Literatura lo es también del origen, causas y procesos de sus obras.
Para
concluir, añadiremos unas palabras del propio Santiago Posteguillo en una
entrevista para “Primicia Diario” (www.primiciadiario.com)
en relación a este libro:
-
¿Cómo nació la idea de escribir La sangre de los libros?
- Hace unos años ya publiqué La
noche en que Frankenstein leyó el Quijote donde
ya abordo esta forma diferente de explicar la literatura: voy desde lo
anecdótico hacia lo substancial. Pero en La sangre de los libros creo que no es ya desde lo anecdótico, sino
que mi énfasis en cada relato está en el ser humano que en cada escritor o
escritora. Muchos grandes autores ven eclipsada su propia vida por el impacto
de sus grandes obras. La idea es que en La sangre de los libros los lectores se encuentren con los
seres humanos que escribieron grandes maravillas de la literatura universal con
la esperanza de que luego quieran aún leer con más interés esas obras.
–
¿Cuántos meses duró su proceso de investigación del libro?
– Años, pero de una forma diferente
al de mis novelas histórica sobre Trajano o Escipión. Para La sangre de los libros, como antes para La noche en que Frankenstein
leyó el Quijote, me he basado en mis 23
años como profesor de literatura en la Universidad Jaume I de Castellón, en
España. Llevo todo ese tiempo intentando explicar la literatura desde la vida
de los escritores, desde sus secretos, miserias o grandezas y recopilando
muchos datos que ahora he pasado de mis clases a novelarlos en treinta relatos
sobre grandes y especiales momentos de la historia de la literatura universal.
–
¿Qué fue lo más complicado en el proceso de redacción del libro?
– Decidir quién entraba en el libro.
Decidí que hubiera escritores y escritoras, de diferentes tradiciones
literarias (en lengua española, francesa, rusa, portuguesa, inglesa, alemana…);
que hubiera novelistas, dramaturgos, poetas y hasta atores especializados en el
relato corto. Con estas variables creo que, sabiendo que muchos grandes quedan
fuera de la selección, al menos así se consigue una perspectiva vital, viva y
variada sobre la literatura de todos los tiempos, desde la Roma de Cicerón a la
ciencia ficción de Isaac Asimov.
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